El primer decreto emitido por la República Dominicana se efectuó el 1ro de marzo de 1844, con la intención de disipar dos rumores que alteraban tremendamente la paz pública. El primero de ellos establecía que con la independencia se reestablecería la esclavitud, y el segundo afirmaba que los haitianos residentes en el país serían expulsados, y sus propiedades serían confiscadas. Estos rumores fueron difundidos por las autoridades haitianas cuando se retiraban del territorio nacional a propósito de la independencia.
Esta propaganda provocó la primera crisis interna en el país; pues, en un pueblo cercano a la Capital llamado Monte Grande (ubicado en la actual Guerra), un grupo considerable de negros se resistió a apoyar el movimiento independentista debido al rumor. Ante la crisis, Tomás Bobadilla se vio en la necesidad de viajar hasta Monte Grande para garantizar que la esclavitud no se restablecería en el territorio de la Rep. Dom. Además, se dejó claro que los haitianos residentes en el país no serían expulsados y sus propiedades serían respetadas.
Decreto:
Comunicado de la Junta Central Gobernativa dando garantías a los haitianos y declarando abolida la esclavitud:
«Dios, Patria y Libertad
República Dominicana
La Junta Gubernativa Provisional de la República Dominicana instruida que corre en el público la voz de que por el cambio político que acaba de operarse, deben salir de esta ciudad los individuos de la Parte Occidental [haitianos] que habitaban en ella, y los de origen francés nacidos en la antigua parte española, hace saber que: según los principios establecidos el Gobierno actual no está en la intención de expulsar a ninguno de los que se hallan comprendidos en la anterior categoría, que al contrario, sus personas y propiedades serán respetadas, y que los de la parte occidental [haitianos] que hicieren conocer a la Junta su determinación de unirse a nuestra causa, serán habilitados para que presten juramento de fidelidad ante el Corregidor Municipal, obteniendo primero orden para ello de esta Junta. También declara: que la esclavitud ha desaparecido para siempre del territorio de la República Dominicana, y que el que propagare lo contrario, será considerado como delincuente, perseguido y castigado si hubiere lugar.
1. No hay intención de expulsar los haitianos residentes en el país:
«El Gobierno actual no está en la intención de expulsar a ninguno de los que se hallan comprendidos en la anterior categoría, que al contrario, sus personas y propiedades serán respetadas».
2. Se ofrece la nacionalidad a los haitianos residentes:
«Y que los de la parte occidental [haitianos] que hicieren conocer a la Junta su determinación de unirse a nuestra causa, serán habilitados para que presten juramento de fidelidad ante el Corregidor Municipal, obteniendo primero orden para ello de esta Junta»
3. La abolición de la esclavitud:
«La esclavitud ha desaparecido para siempre del territorio de la República Dominicana, y el que propagare lo contrario, será considerado como delincuente, perseguido y castigado si hubiere lugar».